El hachís es un derivado del cannabis. Lo que conocemos como marihuana se refiere a las hojas y flores sin procesar de la planta del cannabis. El hachís en cambio es una pasta de resina o savia extraída de la planta.
Para producirlo es necesario separar la resina y los cristales de las hojas. Esto ocurre al secar y enfriar la planta recién cortada. Luego es necesario filtrar la planta con un tamiz varias veces. Finalmente el polvo triturado se mezcla con el aceite que se extrae de la misma planta y se compacta para darle la forma de bloque marrón.
El hachís contiene niveles más altos de THC que la marihuana. De igual manera también contiene mayor numero de sustancias psicoactivas.
Usualmente el hachís es consumido en países del Norte de África, Oriente medio y Europa. Los países que más producen hachís en el mundo son Marruecos y Afganistán.
El hachís es fumado mezclado con tabaco, también puede ser fumado sin mezclar en pipas de hachís.
Los efectos del hachís son similares a los de la marihuana pero con mayor intensidad. Es posible producir distintos tipos de hachís dependiendo de la planta que se este utilizando, por lo que los efectos pueden variar de un tipo de hachís a otro.