La historia detrás del cáñamo y el ser humano se remonta muy atrás en el tiempo, hasta al menos 50 mil años, en la prehistoria. El humano y el cannabis están unidos en su evolución, siendo el cáñamo una de las primeras plantas domesticadas, principalmente por las propiedades de su fibra. Si tomamos en cuenta que es un periodo extenso de tiempo siendo cultivada por el humano, también podemos inferir que era utilizada desde incluso antes de la agricultura por parte de los recolectores de plantas silvestres.
Podemos plantearnos dos teorías sobre por qué el cuerpo humano cuenta con receptores cannábicos; Una teoría de que desarrollamos estos receptores por estar miles de años consumiendo cannabis; u otra segunda teoría de que estos receptores son innatos en la evolución del humano y naturalmente tuvimos una preferencia por el uso de esta planta por ser compatible con la química de nuestro cuerpo. Lo que es innegable es que el cannabis es una de las plantas a las que el humano aprendió a darle más usos.
El cáñamo es una variedad de cannabis sativa que tiene bajo nivel de THC y altos niveles de CBD, es decir, el cáñamo si es consumido no tiene propiedades psicoactivas, pero mantiene propiedades para disminuir el nivel de stress o la ansiedad.
El Cáñamo es cultivado desde la antigüedad por otra propiedad en particular, su fibra. El cannabis industrial es de los mejores cultivos del reino vegetal, ideal para confeccionar hilos, cuerdas, ropa, papel, aceite y combustible. Hay que destacar que el cáñamo no es exclusivo de una región del planeta sino que fue cultivado desde la antigüedad en distintos lugares, tan distantes entre sí como China, Egipto, La India y Norteamérica.
¿Ropa hecha con marihuana?
Si y no, recordemos que “marihuana” es el nombre que se le da a las flores de ciertos tipos de cannabis, las cuales no crecen en este tipo de cáñamo industrial; mientras que cuando hablamos de cáñamo nos referimos al tallo y las ramas de la planta. Estas pasan por un proceso de pisado, deshilachado, secado y de hilado para confeccionar materiales a base de fibra de cáñamo, particularmente tejidos o cuerdas. En el caso de los biocombustibles a base de cáñamo se utilizan diversos procesos, puedes acceder al enlace de nuestro articulo sobre biocombustibles aquí.
Cáñamo Vs Petróleo
El cáñamo es una excelente alternativa a los derivados del petróleo. En comparación al plástico, los bioplásticos y los materiales de bioconstrucción han demostrado ser más resistentes.
Existe un caso famoso que tiene a Henry Ford como protagonista. El creador de la compañía automovilista Ford fabricó en 1941 un automóvil hecho de bioplásticos, utilizando fibras de celulosa del cáñamo. Además, su motor funcionaba con biocombustible a base de aceite vegetal de cáñamo. El creador de este biomotor fue Rudolph Diesel, también inventor del motor de Diesel.
Este “vehículo plástico” como se llamó, tenia una resistencia a los golpes unas 20 veces mayor a los vehículos comunes. Sus asientos, alfombras y demás recubrimientos interiores también estaban fabricados a base de cáñamo. Esto demuestra la tecnología para crear vehículos totalmente funcionales a base de productos vegetales, mucho más ecológicos que los derivados del petróleo.
Por esta razón los grandes inversores se unieron para impulsar una campaña de desprestigio al cáñamo, vinculándolo con las minorías de mexicanos y afroamericanos alegando que la marihuana era inmoral, peligrosa y dañina para el país. El resultado fue la ilegalización del cannabis, la imposición del petróleo y sus derivados como productos esenciales para el desarrollo de la industria automotriz y un incremento nunca antes visto en los niveles de contaminación ambiental.
Si comparamos el cáñamo con el petróleo, el cáñamo tiene todos los beneficios y el petróleo tiene la deficiencias, principalmente porque no es renovable a largo plazo y su impacto ambiental es casi irreversible.
Desde hace unos años el cáñamo industrial está de vuelta alrededor del mundo. Países como Francia, China, Chile, Rusia, Ghana, Canadá y Estados Unidos están llevando a cabo `La Revolución del Cáñamo´. Aprobaron leyes para legalizar el cultivo y producción de cáñamo industrial, dando un nuevo impulso al cannabis y sus derivados.
Las fibras del cáñamo continúan utilizándose para confeccionar ropa, telas, aceites, plásticos y biocombustibles. El siglo XXI será conocido como el momento en que la industria global haga las paces con el cannabis y lleve el desarrollo de los derivados vegetales a todos los sectores posibles. Salvemos el planeta de la contaminación, ‘El cáñamo es verde y el verde es vida’.