He leído mucho acerca de este tema y verdad siento que a veces se complica demasiado con tanta información.
Los artículos que consulté antes de animarme a germinar mis primeras semillas me hacían dudar y resulta que desde la primera vez que lo intenté, casi intuitivamente, la mayoría de ellas germinaron. De igual forma, hay algunos aspectos que hay tomar en cuenta, pero desde mi experiencia, no son demasiados. Es un proceso sencillo pero delicado y de mucha importancia.
El método de germinación del que les voy a hablar hoy lo conocemos todos. ¡Sí, en serio! Alguna vez nos enseñaron éste proceso en la escuela y para germinar semillas de cannabis, también funciona.
El primer paso, sea cual sea el proceso de germinación que escojamos, es el de selección. Las características que deben tener las semillas que vamos a sembrar son sencillos, incluso, no tienen que ser feminizadas, conozco casos de plantas de semillas regulares que dan flores deliciosas. Nuestras semillas tienes que ser fuertes, basta con sólo apretarlas un poquito con los dedos y si sentimos que no se aplastan, funcionan. Otra característica importante es el color y el diseño; el color debe ser marrón claro con marrón oscuro, sin están blancas no funciona; en cuanto al diseño, mientras más atigrado sea, mejor.
Teniendo nuestras semillas ya seleccionadas, lo que necesitamos luego es muy sencillo: algodón, agua y un recipiente donde vamos a colocarlas (puede ser reciclado de algún producto que compremos en el súper, un topper, un frasco de vidrio o en el mejor de los casos, un germinador) es importante mencionar que nuestro recipiente no debe cerrarse herméticamente, nuestras semillas deben poder respirar.
Colocamos una camita de algodón en el fondo del recipiente y humedecemos con un poco de agua tibia (debe estar entre los 22°C y los 26°C) una vez leí que si nos excedemos de esa temperatura y la ponemos más caliente es probable que las plantas se haga macho, pero no puedo decir que esto sea cierto; otro detalle sobre el agua es que, en la medida de lo posible debe tener un PH bajo, así que si vives en la ciudad, lo mejor será que uses agua filtrada. Luego de humedecer la cama de algodón, lavamos muy bien nuestras manos para retirar cualquier tipo de grasa o suciedad y agarramos las semillas con amor y las colocamos sobre el algodón húmedo (también podemos usar una pinza, debidamente desinfectada). Luego de este paso, hacemos otra cama de algodón, sin humedecer y lo colocamos sobre las semillas con delicadeza, cubriéndolas completamente. En mi caso, me ha funcionado no cerrar el envase de ninguna forma.
Teniendo nuestras semillas listas en su manta tibia de algodón, colocaremos el envase en el interior de nuestra casa, de manera que podamos tenerlo vigilado y protegido de cualquier bicho o insecto amenazante. El envase debe poder recibir luz del sol pero no directamente, podria secar la planta. Ahora tenemos que esperar un aproximado de 4 a 6 días para tener nuestras semillitas listas para ponerlas en la tierra.